Y después de Ancelotti, ¿qué?
En el mundillo del fútbol profesional siempre fue tendencia echar entrenadores y hacer alineaciones. A eso se apuntan todos. Pero a lo siguiente, elegir al nuevo técnico y quitar a un titular para meter a un suplente, ya no se apuntan tantos. Hay un presidente que lo sabe. Lo ha aprendido a lo largo de los años. Y ya no le dan gato por liebre. En la era reciente, el Real Madrid ha sido campeón de Europa con cuatro entrenadores: Heynckes, Del Bosque, Zidane y Ancelotti. Son técnicos que tienen algo en común: capacidad para gestionar vestuarios en los que todos, o casi, son estrellas. No es fácil. Uno de ellos me lo explicó un día: “Todos los futbolistas que alcanzan a jugar en el Madrid, el Barça, la Juve o el Bayern de Múnich, por poner algún ejemplo, son buenos, muy buenos o extraordinarios. Hay que exigirles rendimiento. En un grupo así es más importante que estén felices en las concentraciones y que se junten para jugar a la pocha o al parchís que andar espiándoles para ver si se quedan a ver la NBA hasta las tantas o cuelan el móvil en el comedor”.
Lo que marca el final de este tipo de entrenadores no suelen ser las derrotas, puesto que lo normal es que los equipos de este nivel ganen más partidos que menos. Generalmente, estos técnicos pierden el puesto al tiempo que pierden su capacidad de convicción. Ancelotti es capaz de campeonar cada temporada, y ahí está su palmarés. Pero también está sujeto, quizás un poco más que los demás, a la dictadura de los resultados. Carlo sabe que la Copa del Rey está muy bien, pero que al Real Madrid se le toma la medida en la Copa de Europa. Llegar a semifinales es casi lo mínimo exigible. Ahora lo que se le reclama es que compita frente al Manchester City, y que lo haga ‘hasta el final, vamos Real’. No se puede ganar siempre, pero cuando se pierde que no sea como esta la Liga, que no sea como se perdió en Girona.
El Real Madrid está sujeto a una exigencia que no tienen los entrenadores de ningún otro equipo. Por ejemplo, Ancelotti no hubiera ganado la Copa del Rey si le hubieran eliminado en la fase de grupos de la Champions. En el mismo escenario, Xavi va a ganar la Liga porque ha tenido ese crédito. Todo esto ya lo sabe Carletto, pero aún así le ponen en solfa. Volvemos a los que quieren hacer alineaciones. Siempre dicen que debería jugar mengano o zutano, pero nunca dicen a quién hay que quitar. Pues lo mismo con Ancelotti. Los que ya le dan por amortizado no dan el nombre de un sustituto. Y hay una razón: no hay otro mejor que él para el Real Madrid. Pero si luego llega Haaland y los pilla despistados, como pasó en Anoeta o Montilivi, pues ya conocen el artículo 33 de la ley del fútbol : Es más fácil echar a uno que a 23.