Xavi, Abel Ruiz, Vítor Roque…
Cinco finales de las ultimas siete posibles. El dato de La Rojita en Eurocopas Sub-21 es tremendo. España debe estar orgullosa del trabajo que se viene haciendo en la categoría más difícil de todas, la Sub-21, la que está a caballo entre los futbolistas juveniles y los profesionales. Lo que en selecciones como Francia, Portugal o Inglaterra suele ser un dilema, en nuestro país es un éxito sin igual.
Los delirios de grandeza de aquellos jugadores que a esta edad se creen más de lo que son están muy bien controlados en España. La misión de los de antes (Iñaki Sáez, Ginés Meléndez, Julen Lopetegui) y los de ahora (Luis De la Fuente, Santi Denia, Francis) es fabulosa. Se construyen personas antes que futbolistas. De ahí el rendimiento colectivo tan brutal de esta generación, a pesar de que muchos de sus integrantes no saben cuál será su futuro en la próxima temporada.
Un caso significativo es el de Abel Ruiz. El Barça lo vendió al Braga por 8 millones y tras un paso efímero por el primer equipo. Su torneo es un escándalo, un Benzema a la española, un tipo que juega y hace jugar. Han pasado los años lógicos de formación y coincide este gran torneo suyo con la intención del Barça de pagar 40 millones por Vítor Roque. Nadie duda de que el brasileño es un 9 de gran futuro, pero tampoco de que a Xavi le encajaría a la perfección un perfil como el de Abel. La Rojita le delata. A él y al resto de estos chicos.