Xabi Alonso escapa a la carrera

Mendizorroza evitó la condena de Xabi Alonso. La victoria contra el Alavés asegura la continuidad del técnico, al menos hasta la Copa del Rey. Tenía que ser Vinicius el que saliera a su rescate en un partido que consagra el giro pragmático del entrenador madridista. Ahora quiere que su equipo corra en las transiciones por encima de todas las cosas, también del juego, que no lo tiene.

Xabi ha corregido su idea inicial y retrocedido meses atrás. Se ha decidido por recuperar la receta de Ancelotti de utilizar un bloque medio y salir a la carrera. El técnico ha constatado la incapacidad de su equipo para presionar arriba, donde Mbappé y Vinicus esquivan sus obligaciones, y prefiere ordenar la estructura de una manera más compacta que quedarse a medio camino y exponerse siempre. Con un 1-4-4-2 en fase defensiva, no sufrió en exceso contra el Alavés, pero al final siempre deja una puerta abierta. En el fútbol actual es inconcebible defender con dos jugadores menos. Ni el Madrid se lo puede permitir, y esa es la principal carencia que puede arrastrar todavía al entrenador blanco. Cuando Gonzalo entró al terreno de juego, quedó más que demostrado que es subsanable.

Ante tanta baja, Xabi Alonso apostó con valentía por Valdepeñas y sacó al tridente para cabalgar en las transiciones. El Madrid volvió a repetir con salida de tres, incrustándose Tchouameni entre centrales, pero nunca gestionó bien la posesión, previsible menos cuando el Alavés se desajustaba tras la pérdida. En esos tramos de partido, Vinicius ni apareció, Güler se desorientó en la base de la jugada y solo Bellingham y Mbappé lucieron a través de su cadencia. Su grata comparecencia en el encuentro le duró muy poco y se acabó en el gol del francés.

Después, volvió a las andadas. El Madrid compró durante demasiado rato todas las papeletas para que la cuerda se rompiera por la parte del entrenador. Se olvidó de atacar, cada vez se protegió peor y se vio contra la espada y la pared con los cambios de Coudet. Carlos Vicente y Toni Martínez dieron la presencia ofensiva al Alavés que antes no había tenido y castigaron la indolencia blanca.

Por fortuna para Xabi Alonso, nadie puede decir ahora que el grupo no está con él. El Madrid tuvo un arranque de orgullo y fue Vinicius el que dirigió a su equipo a la victoria en otra acción a la carrera, finiquitada por Rodrygo. Con espacios, es otro Madrid. Xabi Alonso parece que ha captado esa necesidad de sus jugadores, pero los problemas vienen cuando los rivales no les deja correr.

Contraataque perfecto

La pérdida de Denis Suárez habilita la transición del Madrid. Bellingham elige bien y Mbappé se abre para recibir con ventaja. Son jugadores idóneos para este tipo de jugada.

La comodidad

Un saque de banda da pie al 1-1 del Alavés. Antonio Blanco recibe solo en el medio, mientras que Mbappé se desentiende de apretar en la jugada. El mediocentro encuentra con un gran pase largo a Carlos Vicente.

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