Welcome to Qatar…
¿Qué dirías si te llega una invitación a Qatar como ésta? We are not asking you to be a mouthpiece for Qatar, but it would obviously not be appropriate for you to disparage Qatar the Supreme Committee for Delivery & Legacy (or other relevant entities related to the FIFA World Cup Qatar 2022) or the FIFA World Cup Qatar 2022... No te estamos pidiendo que seas una vocera de Qatar, pero obviamente no sería apropiado que menospreciaras al Comité Supremo de ‘Delivery & Legacy’ de Qatar, (u otras entidades relacionadas con el Mundial de la FIFA 2022) o la propia FIFA... Además: You agree to report any offensive, degrading or abusive comments to the SC and, if possible, to take a screenshot of those comments and then promptly delete them…
O sea, me invitas a Qatar pero no puedo ser crítica ni con el país, ni con la organización y además, tengo que denunciar a las personas que lo hagan a los organizadores. Eso sí, puedo dar me gusta y compartir publicaciones de terceros que hablen maravillas del torneo. Ufff… como que No thank you…. A parte, como dice Khalid Salman, embajador del Mundial de Qatar, tengo damage in the mind o sea, soy lesbiana y no soy bienvenida... No es la primera vez que compran aficionados. En 2019, se aseguraron que trabajadores migrantes y niños llenaran los asientos vacíos del Campeonato Mundial de Atletismo de Doha.
Lo de intentar tapar lo intapable, empezó en 2020 cuando el Comité Organizador del Mundial de Qatar pidió ayuda a las federaciones de fútbol de cada país para que les pusieran en contacto con los principales grupos de seguidores para conocer sus necesidades y poder darles una experiencia única a los fans a su llegada a Qatar. Desde entonces, algunos de los seguidores que han aceptado la invitación han visitado Qatar para reunirse con los organizadores y se lo han pasado en grande, según se ha podido ver en sus redes sociales. Han podido conocer a Beckham, han hecho Duna-Bashing y han visitado el estadio de la final, el más grande del país, el Lusail Stadium, entre otras cosas.
Aunque Qatar es el país más pequeño en albergar una Copa del Mundo, ha invertido más de 220 billones de dólares en construir de todo: ocho estadios nuevos con césped traído desde Estados Unidos y con sistema de aire acondicionado, hoteles, kilómetros de carreteras, un sistema de metro y un nuevo aeropuerto. Pero sobre todo ha intentado acabar con las críticas y la polémica que ha acompañado a este Mundial desde que se eligió Qatar como país anfitrión. No sé si un grupo de fans podrá conseguirlo.