Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

La Fórmula 1 quiere convertir el GP de Las Vegas en un evento tan deslumbrante y majestuoso que ha concedido unas condiciones excepcionales. Todo por el show. El Gran Circo será más circo que nunca. Ha aceptado, por ejemplo, que la carrera no se dispute en domingo, sino en sábado, algo que no ocurre desde Sudáfrica en 1985. Y lo hará en un horario atípico, a las 22:00, que serán las 7:00 de la mañana del día siguiente en España, para buscar la máxima audiencia en Estados Unidos, el prime time, y de paso exhibir la luminosidad de La Ciudad del Pecado. El circuito se asienta en The Strip, la zona más icónica de Las Vegas, y recorre algunos de sus hoteles y casinos más emblemáticos como el Caesars Palace, el Bellagio, el Venetian… Entre los detalles que han transcendido, ya se ha visto que los pianos están decorados con los palos de la baraja de póquer. Muy acorde al escenario. También habrá una capilla para celebrar matrimonios exprés, otro clásico de la capital del vicio o del glamour, según se mire.

La apuesta de Liberty Media es muy potente. Ha firmado tres años de contrato con Las Vegas, que quiere consolidar como una joya del Mundial. Ya logró llevar la F1 a Miami y ahora desembarca en Nevada, que no acoge esta competición desde los lejanos 1981 y 1982, cuando Nelson Piquet y Keke Rosberg cerraron allí sus títulos. La parrilla ya ha asumido que la competición será casi lo de menos. Lo importante es el espectáculo. Vender el producto en un emplazamiento sin igual. Las frías temperaturas van a generar problemas de neumáticos. Y el circuito, en sí mismo, no parece nada del otro mundo deportivamente hablando. Pero lo realmente relevante es el entorno, el envoltorio. El brillo. La luz. Como dice Chris Horner, el director de Red Bull: “Espero más una Super Bowl que una carrera”. O como cantaría Elvis Presley: “Viva Las Vegas”.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.