Vinicius aprovechó un traje a la medida
Tres partidos en la Liga de Campeones, tres victorias por la mínima y el camino absolutamente despejado para el Real Madrid, que se maneja sin problemas en una competición que conoce al dedillo, más que ningún otro equipo. El Sporting de Braga representa al prestigioso fútbol portugués, pero no figura en la troika histórica del poder: Benfica, Oporto y Sporting de Lisboa. Le dio partido, y también facilidades, al Madrid de Ancelotti.
Si el Madrid se llena de algunas de las grandes estrellas del fútbol, el Sporting de Braga es un ejemplo perfecto de otro modelo. El club se maneja de maravilla en un mercado peculiar: pesca jugadores jóvenes, algunos desconocidos o fuera del radar de los grandes equipos, o futbolistas prometedores que no acaban de establecerse como titulares en las principales ligas.
Abel Ruiz, figura en todas las categorías menores de la Selección Española y actual campeón de la Eurocopa Sub-21, saltará más pronto que tarde del Sporting de Braga a un equipo con más aspiraciones. Djaló, autor del gol frente al Real Madrid, jugó en pequeños equipos vizcaínos juveniles y ha terminado en el fútbol portugués. Tiene toda la pinta de prosperar más allá del Sporting de Braga, que compra baratísimo y vende a buen precio.
Al Madrid le salió un partido con pocos trastornos. El Sporting de Braga tiene mentalidad atacante. Tiene buen gusto con el balón y coraje competitivo. Le ofreció al Madrid una bicoca: situó la línea defensiva exageradamente alta y olvidó presionar a los pasadores de Ancelotti. El resultado fue un festival de carreras de Vinicius, que estuvo en todas las jugadas de ataque y entregó los dos pases de gol.
El encuentro derivó en un perfecto entrenamiento para Vinicius, una puesta a punto necesaria después de la lesión muscular y en vísperas del enfrentamiento con el Barça, donde Xavi tendrá que pensar soluciones para detener al delantero brasileño: ¿Cancelo, sospechoso en el capítulo defensivo, o Araújo, tradicional marcador de Vinicius? ¿Araújo central por la derecha, junto a Iñigo Martínez y Christensen, y Cancelo por delante en el medio campo? El caso es que gran parte de las reflexiones del técnico del Barça estarán asociadas a la amenaza que representa Vinicius.
En el precioso campo del Braga, obra del arquitecto Eduardo Souto do Moura, ganador del premio Priztker, el Nobel de arquitectura por así decirlo, el Madrid no se despeinó para imponerse al Sporting, pero tampoco se durmió. El equipo portugués le atacó, llegó al área con frecuencia y examinó a la defensa madridista, donde sólo Rüdiger salió con buena nota. No fue el mejor partido de Carvajal y tampoco el de Fran García, pero las mayores sospechas recayeron sobre Kepa Arrizabalaga, inseguro y nervioso en la mayoría de sus intervenciones.
En el ataque, se registraron menos dudas. Rodrygo, consumido por la ansiedad, marcó su primer gol desde mediados de agosto y Vinicius destrozó al turco Serdar, al que vaciló sin piedad y sin la menor necesidad en una jugada que luego tuvo cola en las redes sociales. En cuanto a Bellingham, no se produjeron nuevas noticias. Volvió a marcar. Por donde pasa deja su huella.
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