Velázquez, sentenciado
Dos goles del senegalés Amath liquidaron al Real Zaragoza en el Nuevo Zorrilla y le dieron la puntilla a Julio Velázquez, que sale del partido virtualmente destituido, con una serie catastrófica de un punto en las últimas cinco jornadas que coloca al equipo aragonés en una situación delicadísima, con el descenso como una amenaza real.
Velázquez, con al agua al cuello, le dio la titularidad al juvenil Terrer en una alineación con hasta cinco novedades, tres de ellas forzadas por las bajas, y mantuvo su disposición con tres centrales, con Fran Gámez y Valera como carrileros largos. Pero el Zaragoza es ahora mismo un equipo derrumbado, sin pulso, con un entrenador absolutamente desnortado y sin recursos ni soluciones.
La igualdad fue la tónica de casi toda la primera parte. Dominio alterno, con alguna aproximación a las áreas de tanto en tanto, pero ninguna ocasión clara, hasta que a un minuto del descanso el senegalés Amath, firmado por el Valladolid en el mercado invernal, encaró y recortó a Fran Gámez y acabó firmando un golazo que sorprendió a Édgar Badía.
Con el marcador en contra y las urgencias multiplicadas, el Zaragoza estiró líneas a su vuelta del descanso, pero sin llegar a comprometer de verdad a su rival. Puro artificio, como desde hace un mes. El reloj empezó a correr a toda velocidad y Velázquez relevó a Jair, con una tarjeta amarilla, y a Terrer por Sergi Enrich y Lecoeuche, convirtiendo el 5-3-2 en un 4-4-2, en un intento ya más claro de generar alguna oportunidad para empatar. En el tramo final y sin que el Zaragoza no hubiese hecho ni ruido salieron Pau Sans y Marc Aguado, pero otra vez apareció Amath para zafarse de Francés y ponerle doble firma a la victoria del Valladolid.
La contratación de Velázquez fue una elección fatal del director deportivo Juan Carlos Cordero y todo lo que sea mantener a este entrenador en el cargo sería de una peligrosísima irresponsabilidad.