Vaya par de Carlitos
Durante la tarde del sábado, una de las tendencias deportivas de la red social Twitter ha sido ‘Vamos Carlos’, una expresión que lo mismo servía para animar a Carlos Alcaraz ante su final de este domingo en Wimbledon frente a Novak Djokovic, como para felicitar a Carlos Rodríguez por su brillante victoria de etapa en los Alpes del Tour de Francia ante Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard. La casualidad ha querido que los dos compartan logros en el mismo fin de semana y que los dos se llamen Carlos, aunque a Alcaraz, de momento, le gusta más que se dirijan a él como Carlitos o Charly. Una cuestión de edad. La relevancia de los dos éxitos transciende la coincidencia de los nombres, por su supuesto. Hay más.
Los dos tocayos son el ejemplo de que el deporte español tiene asegurado el futuro con la irrupción de nuevo talento. En este caso afecta a dos disciplinas clásicas, de enorme tradición desde hace décadas. En ambos casos había dudas sobre la sucesión. En el tenis, la sobresaliente trayectoria de Rafa Nadal, con 22 Grand Slams, auguraba un inquietante día después, que no ha llegado a producirse porque Alcaraz, a sus 20 años, ya es número uno del mundo y ya ha ganado un US Open, antes de que el propio Nadal se haya retirado oficialmente. En el ciclismo, el desierto viene de más atrás, de las brillantes prestaciones de Alberto Contador, Alejandro Valverde y Purito Rodríguez, que no encontraron consuelo en los podios de Enric Mas y Mikel Landa. Para cubrir ese agujero han surgido dos fenómenos, Juan Ayuso y Carlos Rodríguez, que ya pelean en las grandes frente a los grandes. Alcaraz y Rodríguez son dos radiantes referentes de esta sucesión, de momento más el primero que el segundo, pero hay más en otros frentes: Pedro Acosta, Santi Aldama, Raquel Carrera, Asier Martínez, Adriana Cerezo… El deporte español sigue al frente.