Valencia-Madrid con fondo de DANA
Dos meses han pasado ya de la terrible DANA de Valencia y aún quedan tres cuerpos por recuperar, cientos de coches por recoger, toneladas barro por retirar, kilómetros de colectores por desatascar, decenas de comercios por reabrir e infinitas indemnizaciones por repartir. Como se temía, va a pasar mucho tiempo hasta que aquella comarca recupere la normalidad. En ese ambiente aún pesaroso visitará hoy el Madrid al Valencia, para el que es cuestión vital darle una satisfacción a su gente ganando este partido que la propia DANA empujó con su frenesí hasta hoy. El fútbol no da soluciones, pero sí alegrías.
Por interés no va a quedar. El Madrid sólo ha ganado en dos de sus últimas diez visitas a Mestalla, el resto han sido tres empates y cinco victorias locales, lo que explica mejor de lo que yo pudiera hacerlo el plus de motivación del Valencia cuando recibe su visita. En este caso se une el estreno de técnico, el joven pero ya muy viajado Corberán, que desde que llegó se ha metido en un hotel junto a la Ciudad Deportiva de Paterna porque no quiere perder ni un solo minuto. Con 12 puntos tras 17 jornadas, el horizonte de los 42 en que colocamos la guillotina del descenso están muy lejos. Tanto como el enigmático propietario, Peter Lim.
Corberán hará lo que pueda, pero tiene lo que tiene. En los últimos cinco años el club ha vendido por valor de 205 millones y comprado por 40. Chicos de cantera lo aguantaron el curso pasado, pero cada vez es más difícil. El Madrid llega con el liderato a mano y un equipo al que sacamos faltas, pero que tiene a Courtois, Rüdiger, Valverde, Bellingham, Vinicius y Mbappé, media docena de jugadores de selección mundial. El Valencia, aparte de la depauperación de estos años, sufre las bajas de los lesionados Mamardashvili, Gayá y Correia, más la del sancionado Pepelu. Corberán tiene ante sí una tarea de Hércules.