Valencia, Barça, Madrid y árbitros
“Aquí hay que hacer el doble para llevarse la mitad”, declaró Rafa Benítez tras un partido en el Bernabéu en el que el Valencia salió contrariado, creo recordar que por una expulsión de Aimar. Escoció en el Madrid, porque era hombre hecho en el club, pero llovía sobre mojado, pues un año antes le anularon a Ilie un gol legal. Más adelante se produjo el aún célebre penalti del ‘ushiro nage’, con el que el Valencia puso todavía más el grito en el cielo. Uno de sus directivos más notables, Barrachina, habló de ‘mangantes y figurantes’ y el valencianismo quedó convencido de que así no se podía competir. Pero esa Liga la ganó el Valencia.
Por eso y por alguna cosa más (‘La Casa de Papel’, tuiteó el Valencia hace poco) choca entre madridistas el conformismo tras lo ocurrido el domingo en Barcelona. Con el abismo del descenso a la espalda, el Valencia se vio privado de un penalti que el árbitro no vio, cosa siempre admisible, pero en el que el VAR, Jaime Latre mediante, se abstuvo vergonzantemente mientras Alberola, al que algo debía de rebullir, urgía a que se sacara un córner que, por cierto, no existió. Era penalti, la posibilidad de conseguir un punto que, puestos a soñar, abriera la puerta a dos más. Pero lo mismo Baraja que los jugadores entrevistados hicieron una queja tímida.
Quizá por la sanción de 4 partidos a Gayá no hace tanto, me dice alguien. Quizá, pero no me lo parece. A algún colega le escuché tantas veces cuando el favorecido es el Barça eso de: “Nos pasa siempre ante los dos grandes”. Pero si el contratiempo es ante el Madrid no se dice eso, sino: “Con el Madrid es siempre igual”. Siempre menos cuando no, porque de aquellos tiempos recuerdo dos madridistas expulsados en el Bernabéu ante el Valencia en una Supercopa que, pese a ello, ganó el Madrid con los nueve restantes. Eso se olvida, como pasa con sordina el penalti de Kessié porque si el problema es con el Barça, no duele tanto. Ni siquiera tras conocer lo de Negreira…