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Una Croacia con la defensa renovada

Los balcánicos presentan el mismo centro del campo que deslumbró en el último Mundial con un Modric que se quiere retirar con un título con la selección.

Sólo repite Gvardiol… y en otro puesto

Si se cumplen las previsiones de la prensa croata, Dalic formará con una línea defensiva prácticamente nueva con respecto a la que presentó en el Mundial de Qatar, en el que el cuadro ajedrezado acabó tercero, sólo una posición por debajo de su histórico subcampeonato en Rusia 2018. En la cita de 2022, Juranovic ocupaba el lateral derecho, Sosa formaba en el izquierdo y Lovren y Gvardiol actuaban como centrales. El del City será, si no se resiente de las molestias en el pie, el único de los cuatro que empezará el partido ante España y lo hará en el lateral zurdo, que es la posición en la que más ha participado durante su primera temporada a las órdenes de Guardiola. Sosa, que está en la convocatoria, perdería su puesto como titular. En la derecha, la eclosión de Stanisic en el Leverkusen —donde ha jugado cedido por el Bayern de Múnich— le llevaría a ganarle la partida a un Juranovic que también forma parte de la expedición balcánica pero que ha vivido un año duro en el Unión Berlín. El perfil de los dos laterales, pues, será algo más defensivo que el que ofrecían los dos titulares en Qatar. En el eje de la zaga es donde hay más regeneración: Lovren se ha retirado del equipo nacional y Vida, aunque está en la lista, ya tiene un papel más secundario. Josip Sutalo es la gran esperanza del país en la posición de defensor central. Sobrio, seguro por arriba y con una fantástica toma de decisiones, su fichaje por el Ajax el pasado verano confirmó su progresión, a pesar de que después el rendimiento colectivo del conjunto de Ámsterdam dejara que desear. La gran duda era la identidad de su acompañante, y parece que Pograncic ha ganado la partida. El suyo es un caso curioso: en 2020, el Wolfsburgo pagó 10 millones de euros por él, y luego el Dortmund consiguió su cesión al encontrarse con una crisis de centrales; pero su carrera fue hacia abajo, acabó recalando en el modesto Lecce italiano y es allí donde ha recuperado su mejor nivel hasta el punto de convencer a Dalic.

Modric: el último baile

Croacia tiene dos grandes alicientes para conseguir una motivación extra. El primero es lo mal que se le ha dado este torneo si lo comparamos con los Mundiales. Nunca ha alcanzado las semifinales y sólo dos veces pisó los cuartos: en 1996, su estreno, y en 2008, el primer gran campeonato de Modric (estuvo convocado en el Mundial 2006 pero aún sin el protagonismo que sí tendría en Austria y Suiza). Superar ese techo supone un reto evidente. El segundo argumento es el deseo de despedir al futbolista del Madrid con una actuación legendaria. Y eso, hablando de un país tan competitivo, significa ganar. Toda Croacia sueña con que la última imagen de Modric con la selección sea levantando un título. Los jóvenes Sucic y Baturina pueden aportar minutos de calidad cuando el legendario futbolista de Zadar, que volverá a formar parte del trío del centro del campo junto a Brozovic y a Kovacic, descanse.

Budimir, el 9

En Qatar, Kramaric y Petkovic se alternaron en la posición de delantero centro. Pero la gran campaña del punta de Osasuna le ha llevado a hacerse con la plaza de principal referencia ofensiva. Con Perisic saliendo de una lesión, es probable que Majer, del que se espera mucho desde su debut en el Dinamo de Zagreb, tenga participación partiendo desde uno de los costados.

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