Una bala perdida tumba al Zaragoza
Una bala perdida tumbó al Real Zaragoza en el Ciudad de Valencia a cuatro minutos del tiempo reglamentario. Fue una derrota tan injusta como inesperada, porque si alguien hizo méritos para ganar fue el equipo de Víctor Fernández, que levantó la losa de un gol rapidísimo del Levante y fue muy superior a su rival en la segunda parte. Pero ya se sabe que el que perdona lo acaba pagando y el Zaragoza, en su mejor partido en seis meses, regresa a casa vacío.
Al Zaragoza, que salió dubitativo, se le puso el partido cuesta arriba desde el inicio. A los dos minutos, y después de tres saques de esquina consecutivos, Brugué se anticipó en carrera a Toni Moya y su cabezazo forzado acabó sorprendiendo a Edgar Badía. Pero el equipo aragonés se sobrepuso enseguida al golpe y articuló una notable reacción que completó a lo grande Toni Moya con un gol de bandera desde fuera del área. Toda la jugada fue formidable: la inició Francés con un pase en profundidad sobre Valera y la acabó sirviendo Maikel Mesa para que Toni Moya empalmara un disparo con efecto por la misma escuadra en el minuto 19. Un golazo. El empate lo igualó todo, empezando por el afán de victoria de los dos equipos, que buscaron, aunque sin claridad, la portería rival hasta el descanso.
El Zaragoza salió como un tiro en la segunda parte, se hizo con el mando del partido y pudo adelantarse en el marcador en el minuto 55 en un cañonazo de Bakis que Andrés Fernández mandó a córner. Fue la primera intervención esperanzadora del ariete turco-alemán, al que Víctor Fernández está empeñado en recuperar a base de confianza y minutos. También disfrutó de dos buenas oportunidades Maikel Mesa, la primera, en un golpe franco directo desde la frontal del área, y la segunda, tras un gran servicio de Bakis en una contra de manual. El equipo aragonés no aflojó el ritmo ni la ambición y tuvo el triunfo en las botas de Liso nada más salir el juvenil al campo como relevo de Iván Azón.
Pero cuando nadie lo esperaba, el central Dela empalmó un obús inesperado desde 25 metros que sorprendió a Edgar Badía en el minuto 84 y dejó los tres puntos en casa.
Jugando así el Zaragoza resolverá más pronto que tarde la papeleta de la permanencia, pero el fútbol no ha podido ser más injusto con el equipo aragonés.