Tropiezo. El Atlético cayó ante un Villarreal que demostró que es un señor equipo. Los del Cholo encajaron un gol en una acción de mala suerte, luego atacaron pero no acertaron con la portería rival. El Atlético no pudo celebrar con triunfo su debut liguero en el Metropolitano. Partido serio, entre dos buenos conjuntos y con polémica, pues queda la duda de si el remate de Carrasco entró o no en la portería rival. Tampoco tiene mucha suerte el Atlético con los colegiados en este inicio de campaña. Total, primera derrota rojiblanca y freno a las expectativas del conjunto madrileño.
Veteranía. En una etapa muy complicada a nivel personal y familiar, uno intenta sacar momentos con los que tirar hacia adelante y ver el futuro con optimismo. El Atleti siempre te da la oportunidad de olvidar tristezas y malos tragos. Y que el Atlético sirva como punto de encuentro es algo único. Llevaba mucho tiempo queriendo ver un partido junto a mi vecino, Eugenio Zambrano, que este próximo día 29 cumple 94 años. Natural de Almadén (Ciudad Real), se hizo socio rojiblanco en 1975, cuando vino a Madrid. Desde entonces es abonado (”creo que sobre el 1.400″), conoce el nuevo estadio, como también estuvo en el viejo Metropolitano. Reconforta ver los partidos con quienes ven el fútbol con más tranquilidad, con más cordura, con la sabiduría que dan los años. “Va a ser una tarde complicada”, ya me advirtió antes de comenzar el choque. Eugenio, que vio jugar a Ben Barek, Silva, Collar, Luis Aragonés o Gárate, no se puso nervioso cuando atacó el Villarreal, cuando el rival tuvo la pelota. “Me gusta mucho este equipo, juega muy bien al fútbol”. Está agradecido a Simeone por los buenos años que le ha dado al Atlético, aunque cree que hay equipo para luchar por mucho más, “no sólo por ser tercero”. Al final, Eugenio llevaba razón y la tarde no acabó con alegría.
Sufrimiento. El Villarreal respondió a lo que se esperaba y los del Cholo sufrieron durante algunas partes del encuentro. En estos últimos años los partidos ante el conjunto castellonense siempre han sido un quebradero de cabeza para el Atlético. Justo cuando parecía que más entonado estaba el Atlético llegó el gol del rival. Un regalo de Nahuel, en un error impropio de un jugador de su categoría, que supuso el tanto del conjunto castellonense. Por fin Emery se puso llevar una alegría ante Simeone.