Un oficinista en la banda derecha
Es evidente que Trent no es el único responsable de la mala imagen del equipo en Elche, pero de un recién llegado con vitola de crack se espera más fútbol.
Con Carvajal lesionado y Valverde pidiendo no jugar de lateral, Trent está desaprovechando la oportunidad de su vida para hacerse imprescindible en el Madrid. El británico da la sensación de no haber entendido todavía la importancia de defender el escudo blanco cada día, en cada partido y ante cualquier rival. Una cosa es necesitar un periodo lógico de adaptación a una nueva ciudad y a un nuevo equipo y otra, bien diferente, parecer que ni sientes ni padeces. Tener buena planta y buen golpeo con la derecha no es suficiente para justificar minutos y sueldo de crack en el club más ganador y exigente de la historia. El inglés juega sin pasión, tiene carencias impropias de un futbolista profesional en defensa y no se lleva un balón dividido ni por recomendación facultativa.
Es evidente que Trent no es el único responsable de la mala imagen del equipo en Elche, pero de un recién llegado con vitola de crack se espera más fútbol, ganas e implicación. Tiene talento y años de contrato por delante para intentar revertir la situación, pero alguien le debería recordar que el primer requisito para que la afición merengue te adore es transmitir pasión y entrega por defender la blanca. Está permitido fallar, pero terminantemente prohibido que tu imagen se parezca a la de un futbolista al que le da exactamente igual todo lo que pasa a su alrededor.
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