Un Mundial, dos Eurocopas, una Nations...

Hay cierta tendencia a normalizar lo que está logrando España en categorías inferiores en los últimos años. La Rojita se ha clasificado para tres de los últimos cuatro Juegos Olímpicos, para seis de los últimos nueve. Se obtuvieron en este tiempo tres medallas, dos de plata y una de oro. En la Eurocopa Sub-21 el balance es aún más monstruoso: tres títulos en las últimas seis ediciones, seis semifinales de siete posibles. Una barbaridad. Habrá quien piense que esto tiene poca importancia, que el fútbol formativo es sólo formativo y punto. Sin embargo, es un termómetro de lo que luego –con continuidad– puede alcanzarse con la absoluta.

Un Mundial, dos Eurocopas y una Nations League en 15 años no se conquistan si no hubo previamente éxitos en la cantera como los que ahora cosechan las hornadas venideras. Hagan cuentas. A los JJ OO de París no irán ni Alemania ni Portugal ni Bélgica ni Países Bajos ni Italia ni Croacia. Quisieran estar, pero no es el caso. España sí estará. Hoy tiene la oportunidad de poner el broche a esta estupendo trabajo clasificándose para otra final continental Sub-21. Sólo Ucrania (gran equipo) le separa de ello. Y para los incrédulos, para los que consideran este torneo como algo menor, que sepan que el España-Suiza de cuartos fue lo más visto del sábado en nuestro país con un 16,6% de share y 1.619.000 espectadores en su minuto de oro. Interesa. Claro que interesa...