Un mar de dudas en un mal momento
No emitió buenas señales el Real Madrid en la vuelta a la competición. Ancelotti propuso novedades en el sistema y eso terminó por desorientar (y desubicar) a sus jugadores. La propuesta ni siquiera se entendió bien. Se quedó a medias entre el 3-4-3 y el 5-2-1-2 con Bellingham como hombre sacrificado. Esta vez, escorado el inglés a la izquierda, una vez más, obligado a hacer un gran derroche físico en defensa. Tchouameni, otra vez gris se desempeñó en una posición intermitente entre el puesto de central (más para sacar el balón) y el de mediocentro muy retrasado. Y volvió a naufragar. El gol del Celta fue el ejemplo de la desorientación total que había en los jugadores del Madrid.
Ganó en Balaídos por casualidad. El Celta mereció más, tiró más a puerta (siete a tres) y tuvo la última para empatar en las botas de Douvikas. El partido siembra aún más dudas en el horizonte del Madrid de cara a esta semana grande que está a punto de empezar para el equipo de Ancelotti con las visitas al Bernabéu de el Dortmund, finalista en la pasada Champions, y el Barcelona. Ahí, en casa, el equipo sí se está mostrando más sólido. Hay que agarrarse a eso y a que, al menos, le están funcionando Vinicius y Mbappé, que han marcado 13 goles entre los dos y que le están sacando las castañas del fuego al equipo en este arranque de temporada tan insulso.