Un estreno de Tour con sorpresa
Me sorprende la victoria de Lampaert en la contrarreloj inaugural. Es cierto que el belga es un especialista en esta modalidad, pero nadie esperaba que ganara en el Tour, palabras mayores. Al final, por unas o por otras, el Quick-Step siempre rasca algo. Más allá de eso, lo esperado. Pogacar empezó como terminó el año pasado, marcando terreno. Tanto Roglic como Vingegaard estuvieron en su sitio y Vlasov me despierta interés por ver hasta dónde puede llegar después de arrancar con una buena actuación.
La carretera estuvo complicada y eso provocó que algunos fueran precavidos. Por ejemplo el Movistar. Aunque es cierto que no convenía arriesgar, porque se podía acabar perdiendo mucho más de lo que se podía ganar, Mas cedió más tiempo del esperado. Hasta Nairo le superó, que ya es difícil dado el rendimiento tradicional del colombiano contra el reloj. Hoy el principal peligro es el viento. Si no aparece, lo lógico sería un final entre velocistas. Y ahí emergen como favoritos Jakobsen, que ha dejado a Cavendish en casa, Groenewegen, Ewan... La caída de Laporte ayer en principio le resta opciones y todo debería quedar entre los dos neerlandeses y el australiano.