Un Celtic eliminado que peleará por el orgullo
Dos mundos opuestos. La temporada del Celtic se explica a partir de la distinta exigencia con la que se ha encontrado en el campeonato doméstico y en la Champions League. En la liga escocesa marcha líder, habiendo ganado 11 de sus 12 partidos (incluyendo una goleada por 4-0 ante el Rangers, al que aventaja en cuatro puntos) y conociendo la derrota sólo en una sorprendente tarde en el campo del Saint Mirren (2-0). En Europa, en cambio, aún no ha ganado: sólo sumó en los dos partidos frente al Shakhtar (ambos acabaron 1-1) y ya no tiene opciones ni de clasificarse para la Europa League. De todos modos, se espera que el equipo de Ange Postecoglou salga al Bernabéu con la intención de competir por un premio económico que es importante para la entidad y por un prestigio futbolístico que se multiplica cuando se logra firmar una buena actuación ante el campeón de Europa. Es, además, la primera visita del conjunto escocés a Chamartín en casi 40 años. Y, ya de por sí, en la cultura del fútbol de las islas británicas la búsqueda de un resultado positivo para honrar a la institución y a la camiseta es innegociable incluso en los contextos aparentemente más intrascendentes.
La decepción de Furuhashi. Ayer era un día importante para los cuatro jugadores japoneses del Celtic: se anunciaba la convocatoria de la selección de su país para disputar el Mundial de Qatar. Sólo uno de ellos entró en la lista definitiva: el atacante Daizen Maeda. Sorprendió notablemente la ausencia del goleador Kyogo Furuhashi, autor de ocho tantos en lo que va de liga en Escocia y un auténtico ídolo en Celtic Park desde su llegada procedente del Vissel Kobe. Fue su buen nivel, de hecho, el que provocó que el club insistiera en su apuesta nipona contratando más tarde a tres compatriotas suyos. También albergaba posibilidades de ser llamado el centrocampista Reo Hatate, pero tampoco entró en el corte definitivo.
Casi todas las opciones para formar el once. Postecoglou tiene mucho donde elegir. Incluso Jota, el desequilibrante extremo ex del Real Valladolid, ha regresado de su lesión. El luso jugó unos minutos en la victoria ante el Livingston el pasado fin de semana (0-3) y marcó el tercer tanto. Se jugará una plaza de titular con el israelí Abada y con un James Forrest que está disputando su decimocuarta temporada con el primer equipo del cuadro católico de Glasgow. La única baja segura es la del centrocampista McGregor, lesionado de la rodilla. Lo más lógico es que el técnico australiano salga con un 4-3-3 con el joven y talentoso Matt O’Riley como el futbolista más adelantado de un centro del campo en el que también estarán Aaron Mooy (compatriota del entrenador) y Hatate. Furuhashi y el griego Giakoumakis se disputarán la posición de nueve y Starfelt podría regresar tras dos meses fuera del equipo para fortalecer el centro de la defensa, sin duda la zona en la que el equipo escocés ha sufrido más la exigencia de la Champions. En la portería, Joe Hart volverá al Santiago Bernabéu, donde tuvo una actuación destacada en mayo de 2016 en las semifinales de la máxima competición continental vistiendo la camiseta del Manchester City, aunque ese día perdió (1-0).