Un capitán va más allá de los récords
Ter Stegen ha completado una temporada impresionante. Eso es una certeza tan innegable como que sin la participación del portero alemán, probablemente, el club blaugrana hubiera tenido muy complicado ganar LaLiga como la ha ganado. Ter Stegen ha sido el mejor portero de la competición, y eso, en un país donde juegan Oblak y Courtois, es mucho decir. El ascendente de Ter Stegen sobre el equipo ha ido más allá de sus paradas. Se ha postulado como capitán, pero su actuación en los últimos partidos, donde ha puesto por delante su ansia de acaparar récords individuales cuando todo el pescado estaba vendido, es tan humana como poco ejemplar para alguien que quiere llevar el brazalete y que en consecuencia, se supone que debe de orillar los intereses personales a favor de los del colectivo. Y eso incluye el de dar un paso al lado después de haber de haber protagonizado una temporada descomunal para que Iñaki Peña, que lleva años en el ostracismo y pensando en irse, pudiera jugar ni que fuera unos partidos. Porque un día de estos, al alemán le puede pasar algo y entonces será cuando se le exigirá a Iñaki que rinda.
La a voracidad de Ter Stegen es comprensible desde el punto de vista del jugador, pero no desde el punto de vista de un capitán que debe de pensar más en el equipo que en él. De hecho, no le hizo ningún favor a su suplente.
