Turno de la etapa reina

Se agitó el final por el agua y la caída que hubo. Tanto hoy como el sábado o incluso el domingo son los días fáciles para los de la general. La oportunidad para el resto, aunque efímera, llega este jueves. Lo que tuvimos hasta hoy en el Tour, a pesar de ver un gran Vingegaard, es que Pogacar está muy lejos del danés. Y tampoco hemos visto ningún síntoma de desfallecimiento del esloveno. El danés ha mejorado y el esloveno se ha mantenido. Vimos una escapada con pocos corredores que controlaron los esprínters. Milan ganó, pero dio la sensación que se le hizo un poco largo el esprint. El maillot verde lo ha dejado casi sentenciado. Pogacar puede ganar dos o tres etapas, pero con circunstancias muy difíciles. A los velocistas les han librado de un esfuerzo mayor en etapas de montaña al ampliar el fuera de control. Quizás exista una excesiva facilidad para los velocistas en el maillot verde.

Mañana la carrera se moverá antes, pero no en cuanto a los líderes. Me sorprendería que Vingegaard arrancase en Madeleine. En 20 km está el esprint y hasta ahí controlará el Lidl-Trek. Luego se hará la fuga. El Visma necesita meter gente delante. Pogacar, por la actitud que tiene, carisma y mentalidad de campeón, tiene grabado lo que pasó en la Loze y se querrá quitar esa espina. Eso sí, puede meterse un Healy o un Arensman en fuga y que se lo pongan complicado. Incluso Vingegaard puede ponerle en dificultades. Si ve que no le suelta luchará por esa victoria que le falta. Visma, como no tiene equipo para romper la carrera temprano, se tendrá que esperar al último puerto.

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