Triunfo de Flick, suspenso de Mbappé
El Clásico nos dejó un resultado de sensación, 0-4, que confirma la magnífica salud del nuevo Barça. Una gran obra de Flick, que en un tiempo récord trazó su plan y lo puso en marcha. La felicidad de la grey culé viene agrandada por la enorme proporción de jugadores de La Masia, jóvenes con muchos años de carrera por delante. Todo con una firmeza en su apuesta: defensa adelantadísima, exponiéndose a los contraataques de Vinicius y Mbappé. El Madrid es el equipo menos indicado para jugarle así, pero Flick decidió hacer en el Bernabéu lo mismo que cada día, y le salió bien. Eso dio más brillo a su victoria.
Por el contrario, el partido daña la figura de Mbappé, en cuya presencia se habían puesto tantas ilusiones. Parece raro decirlo después del 0-4, pero la noche quizá podría haber roto en otra dirección en la primera parte si no llega a fallar la pieza final: Mbappé. Cayó reiteradamente en fuera de juego, a veces por poco, pero fueron más de media docena. Y cuando llegó a puerta las falló todas menos una, que no computó por fuera de juego. La cantidad de manos a mano que falló se salió de lo normal. Con un Mbappé como el que se esperaba, no este fallón y nervioso, el partido podría haber sido muy diferente.
Respecto a Ancelotti, llevo tiempo comentando que no da con el equipo. Ya empieza con corazonadas, hoy tres centrales, mañana Bellingham por la derecha… El equipo no está más que para ganar a lomos de Vinicius, Mbappé y Courtois, y eso vale ante según quién. Pero en cuanto ayer un pase de Casadó desarmó todo el entramado blanco y Lewandowski marcó, se vio que el equipo no tenía juego para salir adelante. Ante el Borussia remontó con el arrebato de las noches europeas, pero eso ante el Barça no cuela. Viene aquí cada año y no le asustan los fantasmas que paralizan a rivales no habituales.