Tres certezas para la final de Wembley

Una pena que la final de Wembley no esté más cerca en el tiempo, porque el Madrid se está mostrando como una apisonadora, un engranaje perfecto. Ahora, cualquier mal gesto que huela a lesión de un titular pone el corazón en un puño. Pero Ancelotti se lleva varias certezas del partido ante el Alavés que no tenía antes de que se disputase. La primera es que ha vuelto el mejor Bellingham. El jugador total con influencia en todo el campo. Una gran noticia. Marcó y asistió por dos veces. E intervino en los cuatro primeros goles. Volvió a jugar de atrás hacia adelante, como hace más daño, y encima ha recuperado el gol: ha marcado en los últimos tres partidos de Liga y luchará por el ‘Pichichi’.

La otra duda despejada tiene a Courtois como protagonista. La mano que sacó a Hagi, pegada al palo, tan suya, le asegura el puesto en la final de la Champions. El belga no ha encajado un solo gol desde que volvió. El Madrid tiene al mejor portero del mundo. Cómo no aprovecharlo en una finalísima cuando aún quedan dos partidos más para que se termine de rodar.

La última duda despejada concierne a Militao. Ese gesto de inseguridad en la rodilla tras un salto con Samu le delata. Da igual que no fuera en la rodilla operada. El brasileño está cogido con pinzas y no ha tenido ninguna actuación rotunda que haga dudar a Ancelotti. Que jugara en Wembley sería una sorpresa... El puzle está completo.