Todo va a favor de Pogacar

Pogacar sigue a un nivel estratosférico. Sabíamos que era el principal candidato a ganar el Tour por lo que había demostrado los dos años anteriores, pero tanto en la contrarreloj como en el pavés ha evidenciado que está en una gran forma. Me llamó la atención que no echó en falta la baja de Trentin. Los 13 segundos que ha sacado es lo de menos, son insignificantes para la demostración que ha hecho. Vimos cómo parte del Jumbo se quedó a ayudar a Roglic y otros con Vingegaard, y ese es el problema de tener a dos líderes. Habrá que ver cómo evoluciona el esloveno después de dislocarse el hombro, pero al 100% no va a estar. Tiene muy difícil remontar. Ya tenía el Tour difícil y ahora mucho más. Vingegaard va a estar por delante de él como líder del equipo. Roglic nos puede dar más juego de cara al espectador al estar más lejos en la general, pero fue un día aciago para el Jumbo.

Enric Mas salvó el día muy bien. Estuvo en su sitio, porque no se le podía pedir que estuviese adelante del todo. Se ha sabido aprovechar del trabajo del Jumbo para Vingegaard, algo que le vino bien tanto a él como al Ineos. No veo a nadie que pueda batir a Pogacar y si sigue así puede ganar hasta la última crono de 40 kilómetros. Mantenerse así tres semanas es complicado, pero poco a poco va encarrilando el Tour. Todo va a su favor. En la sexta etapa puede llegar una fuga y si el Jumbo entrega el maillot amarillo, después del desgaste que ha tenido, puede que no le venga mal. Los esprinters, al ser un repecho explosivo, a lo mejor no pueden luchar por ganar.