Todavía falta el mejor Benzema
Lo dijo ayer Carlo Ancelotti en la rueda de prensa: “Vamos a volver a hablar del Karim de siempre, que es espectacular”. Es sin duda una frase positiva, llena de un optimismo sensato, pero que también reconoce que el principio de temporada no ha sido del todo admirable. Los defensores de Benzema, entre los cuales me encuentro desde sus primeras horas con la camiseta blanca, somos los más exigentes y no nos conformamos con que nuestro jugador preferido sea bueno. Queremos que sea siempre el mejor. Por él y por callar una vez más las bocas de los que insultaron al delantero galo y a los que le hemos apoyado contra Mourinhos y Pellegrinis, contra vientos y mareas. En este ejercicio 2022-2023 las primeras semanas de Karim han sido de calidad, pero no del nivel deslumbrante con el que acabó la temporada pasada.
Tantas apuestas (justificadas) sobre su más que probable victoria en el Balón de Oro, la cercanía de lo que será su último mundial (después de perderse el que ganó su selección en el 2018) son elementos que, digan lo que digan, sea lo que sea su fortaleza mental, influyen en el día a día de un deportista de este calibre. Esperemos que este parón obligado haya sido beneficioso para la tranquilidad interior de Benzema y que veamos rápidamente al único que nos da escalofríos de felicidad, al que se define como “espectacular”.