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¿Qué me pasa, doctor? Algo le sucede a nuestra hasta hace poco irredenta, incontrolable, pasión por el fútbol cuando las presentaciones de las nuevas camisetas están generando más reacciones (de ilusión, de rabia, de conatos de toma del Palacio de Invierno de los consejeros delegados) que los fichajes que portarán esas zamarras.

La narración tuitera del mercado de traspasos es un trampantojo del fútbol, hay más verdad en un trozo de tela que en un brasileño random besándose el escudo. ¿De verdad alguien creyó que Cristiano venía al Barça? Si el fichaje más emotivo del momento ha sido la vuelta de Pedro León al Real Murcia el día que su hermano casi la lía en el Tour. Entre estos bostezos del monopoly balompédico que se alarga hasta el 1 septiembre, las fotos del obsceno veraneo de los futbolistas y el regreso al trabajo de los equipos, tan solo hemos reconocido algunos visos de realidad con los golazos de cabeza de la Selección femenina en la Eurocopa y la camiseta imperio de Manu Trigueros (hijo de educadores, maestro por sus estudios de magisterio y catedrático en sensatez y prudencia), latigazos de auténtico fútbol en el tórrido espejismo veraniego que vivimos.

Perdido en esta búsqueda de autenticidad, el verano me lo sigue salvando encontrar valientes para jugar pachangas a 40 grados, compartir balón con héroes del timpik como mi querido Filippo Ricci, sabio corresponsal de ‘La Gazzetta dello Sport’ que, para airearse y sobrevivir al cambio climático del calciomercato español, busca pachangas con avidez. “¿Puedo jugar? Soy malo, eh…”, dice Ricci con su desparpajo romano, “…pero lo sé. Nunca lo olvido”. Y juega en consecuencia, sabedor de sus limitaciones. Y ser consciente de ellas te hace fallar menos, ser mejor. Conócete a ti mismo, filosofía de Ricci, desde el oráculo de Delfos directo a la cabeza del hincha: entre tanto sucedáneo, no te engañes y decide qué tipo de aficionado quieres ser, qué fútbol quieres vivir durante todo el año. Y no lo olvides cuando empiece lo importante. No vaya a ser pretemporada todo el año.