De las lágrimas a las sonrisas de Oro

De Bosnia y Herzegovina a India. De las lágrimas a las sonrisas. De la Plata al Oro. Un Oro Mundial. El tercero de nuestro fútbol femenino. El balón le debía una a las Marina Artero, Olaya Enrique, Carla Camacho o Vicky López, que acabó llorando tras fallar su lanzamiento en la tanda de penaltis de la final de la Eurocopa Sub-17 el pasado 15 de mayo ante Alemania. Las grandes también fallan. Lo aprendieron entonces y lo recordaron ante las germanas en semifinales. “Nos hace mucha ilusión que nos hayan tocado”, decía Sofía Fuente en la previa, antes de completar su venganza.

Pero esa victoria conseguida in extremis, como han hecho durante todo el torneo, no significaba nada si no lograban el triunfo hoy. Y lo hicieron. Sometieron a la Colombia de Linda Caicedo, mejor jugadora de la última Copa América, en la primera parte y aguantaron el tipo cuando más las apretaron en la segunda. Al final (82′) eso a lo que llaman suerte apareció para La Rojita: tras un remate fallido de Martret, el balón golpeaba en el pecho de Guzmán antes de besar la red. Gol. Los gritos españoles en el Estadio DY Patil subieron unos decibelios más con el pitido final. Lo habían conseguido.

Las Claudia Pina, Ana Tejada o Salma Paralluelo, campeonas del mundo en Uruguay 2018, tienen dignas sucesoras. La Selección puede y debe soñar en grande. El fútbol femenino español vale oro.