Solo el VAR hizo magia
Conseguir en casa del Barcelona un pase a cuartos de Champions, objetivo logrado solo una vez en toda su historia, era quizás demasiado para el Nápoles gris y desorganizado de este curso. Los azzurri, sin embargo, dejan Montjuïc con la sensación de haber desperdiciado una oportunidad enorme. Sus límites en la fase defensiva volvieron a causar problemas, pero también, como era de esperar, quedó claro que a los azulgrana había margen para hacerles daño.
Perdonar tantas ocasiones, cuando eres tan frágil atrás, pasa inevitablemente factura. El Nápoles abandona así la Champions (a saber hasta cuándo…) y el sueño de clasificarse al Mundial. Ayer escribí que era posible lograrlo con algo de magia, pero de eso solo hubo en la sala del VAR. La desaparición de aquel penalti clarísimo a Osimhen fue un gran número.