Siviero merece un premio como el Barça

La mayoría del público conoce al Intercity porque fue el primer club español en cotizar en Bolsa. La entrada de Juanfran Torres, ex del Atlético y campeón de Europa con la Selección, a la dirección deportiva ayudó a que el club se conociese un poco más allá de las fronteras de Alicante. Pero este Intercity, al margen de esos cuatro ascensos en cinco años, tiene un héroe silencioso. Gustavo Siviero, su entrenador, merece un monumento. Encadena dos ascensos consecutivos, aunque el reconocimiento debería de llegarle por cómo ha gestionado los recursos en las últimas dos temporadas.

Hace menos de un año, Siviero tuvo que dar más de una charla en los aseos de la ciudad deportiva del Antonio Solana. Cada día, peregrinaba en busca de un lugar en el que entrenar. Jamás alzó la voz. Se tomó esa situación como un reto y salió de ella con éxito, con un nuevo ascenso a Primera RFEF. El técnico, un currante nato, ha sido el gran perjudicado de la falta de infraestructuras, aunque sufrió en silencio. Sólo él sabe lo que era poner un proyector y un vídeo en los aseos de una instalación y que sus jugadores se lo creyesen. Ese trabajo en la sombra tampoco ha pasado desapercibido para el Intercity, que ha apostado por el argentino aunque la situación en liga no es la mejor. Pero si alguien merece el premio del Barça, al margen de Salvador Martí, ese es Siviero y su cuerpo técnico.