Si el Madrid llega a pagar a Negreira...

El diabólico VAR, un invento que no hace mejor al fútbol como se está viendo desde hace años, nos dejó hace días otro episodio grotesco en el partido entre Real Madrid y Almería. El desaguisado no fue peor que el visto en otros campos de España, penaltis señalados por manos involuntarias que no son decisivas o goles anulados por jugadas previas insustanciales hemos visto ya muchos y nos hemos acostumbrado a no entender nada. El aficionado no sabe qué pitan los árbitros y, lo peor, es que ellos tampoco, con lo que estamos perdiendo la confianza en el juego jornada a jornada. La diferencia es que las tres jugadas de VAR favorecieron a los blancos y entonces saltó a la palestra el rancio victimismo ancestral: el despropósito del VAR se puede aguantar salvo que sus erráticas decisiones beneficien al Madrid. Da igual que en otros partidos se hayan visto actuaciones vergonzosas, irracionales, estúpidas o incoherentes, esas se han soportado con resignación, pero que el VAR pueda ayudar al Real, eso adultera la competición.

Ese eterno complejo de señalar al Madrid como el gran corruptor de todo, cuando se ha demostrado que otro club ha pagado al vicepresidente de los árbitros millones durante años, es muy ridículo. Si llega a ser el Real Madrid el que hubiera tenido en nómina a Enríquez Negreira, habría sido expulsado de la Liga, el Bernabéu incendiado y Florentino Pérez viviría en el exilio. Y Laporta tan campante diciendo que respeta al colectivo arbitral, al que ha deshonrado de una manera tan degradante que puede que nunca más recupere la dignidad.