Salid y disfrutad
Es evidente que hay preocupación en los madridistas por los últimos resultados del equipo y, por supuesto, descontento. ¿Cómo no lo va a haber después de las abultadas derrotas en casa frente al Barcelona y al Milan? Estoy convencido de que los chavales de la grada blanca tampoco están contentos y también ven los problemas, pero estoy seguro de que hoy van a animar al equipo contra el Getafe, si cabe con más fuerza, porque en los malos momentos es cuando más falta hace el apoyo de la afición. Convendría, en todo caso, un poco de paciencia, porque queda mucho por jugar en tantas, quizás demasiadas, competiciones que se van a disputar.
En el último partido de Champions, el Liverpool, que está en un gran momento, jugó mejor que el Madrid. Courtois, con sus paradas salvadoras, mantuvo la posibilidad de lograr un buen resultado durante gran parte del encuentro, que cayó definitivamente del lado de los que nunca caminan solos en el penalti fallado por Mbappé. No es normal lo que está sucediendo con el futbolista francés, pero, una vez más, manifiesto mi convencimiento de que esta mala racha acabará pronto y podremos ver y disfrutar del magnífico futbolista que es. Aunque la peor noticia en Anfield fue la lesión de Camavinga, que, junto al portero belga, fue el mejor.
La exigencia en el equipo blanco es máxima. Solo vale ganar, ser líderes, conseguir títulos. Eso está bien, hay que luchar siempre al máximo, aunque también conviene recordar a los que juzgan, sentencian, condenan y ejecutan al Madrid solo por lo que haya pasado en el último cuarto de hora que, habiendo otros muchos equipos muy potentes, en las últimas 11 ediciones (2014-24) de la competición más importante, la Champions, el Real Madrid ha ganado seis. Esto solo ocurrió en otra ocasión (1956-66) en la que el equipo que lo consiguió fue el mismo, el Madrid.
En este momento, sin obviar las deficiencias a corregir, hay excesiva presión y tensión en la plantilla. Creo que las cosas mejorarán cuando los jugadores, especialmente Mbappé, suelten ese lastre y hagan lo que les pida Ancelotti en la última instrucción que dé antes de saltar al campo: salid y disfrutad.