Salid con sangre en el ojo
Espero que los hombres de Xabi Alonso puedan leerme un momento y que les sirva de acicate para no repetir los fiascos de los últimos cuatro Clásicos.

El 8 de enero de 1994, el Dream Team de Cruyff humilló a mi Madrid en el Camp Nou (5-0, con Benito Floro en el banquillo blanco). Justo un año después, el 7 de enero de 1995, asistí en el Bernabéu al Clásico más gozoso de mi dilatada existencia. Con Zamorano desatado (hat-trick imperial al padre de Busquets en la primera parte) y Luis Enrique (sí, han leído bien) y Amavisca como ejecutores directos de una manita que jamás olvidaré. En ese 5-0 vi un Madrid encorajinado, con orgullo y mucha rabia contenida. Así se juega un Clásico, como si te fuera la vida en ello y dejándose el alma en cada acción...

“Mi Clásico del 5-0 me sigue hasta la muerte...”
Espero que los hombres de Xabi Alonso puedan leerme un momento y que les sirva de acicate para no repetir los fiascos de los últimos cuatro Clásicos, o los patinazos ante Arsenal, PSG o el pasado derbi del Metropolitano. En todo esos partidos no se les vio “con sangre en el ojo”, expresión inmejorable del propio Zamorano para explicar cómo vivían esos partidazos para afrontarlos con la mentalidad adecuada en busca de un final feliz. Si Lamine dijo que el Madrid “roba” habrá que derrotar hoy a los suyos con grandeza, para después recordarle que fue su Barça el que durante 17 años pagó de forma sonrojante 8,4 millones de euros al vicepresidente del CTA. El Madrid debe honrar hoy su gloriosa historia. Y machacarlos...
Noticias relacionadas
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.
¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí





Rellene su nombre y apellidos para comentar