Rüdiger está entre los elegidos
Hagan un ejercicio. Piensen en los cinco futbolistas que, a juicio de ustedes, hayan sido fundamentales para que el Madrid haya conquistado esta Liga de manera tan brillante. De atrás hacia adelante, sin duda, Rüdiger sería uno de ellos. Quizá junto a Carvajal, otra vez formidable, Bellingham, Vinicius y Rodrygo. El central alemán ha aprovechado a las mil maravillas la oportunidad de hacerse indispensable que le ha brindado la mala suerte de sus compañeros, especialmente Alaba y Militao, con las lesiones.
Rüdiger es ese tipo de jugador y de persona que no deja indiferente a nadie. Extremadamente educado y socialmente convencido fuera del campo, se convierte en un huracán incontrolable, en una fuerza de la naturaleza, dentro de él. Seguro, el futbolista que todo entrenador quiere tener en su equipo cuando las cosas se ponen feas. De otro modo no habría sido el encargado, por ejemplo, de tirar el quinto penalti de la tanda de cuartos de final ante el Manchester City.
Rüdiger es especialmente cariñoso con los chavales de la cantera, a los que protege ante los mayores cuando suben a entrenar con el primer equipo. Hay pocos que se escapan a sus bromas en cada entrenamiento, pero son los mismos que luego agradecen que sea él quien primero aparece para coger de la pechera a cualquier rival que quiera bronca sobre el campo. Ancelotti suele ser justo con los jugadores que le han sacado las castañas del fuego. Del mismo modo que el alemán tuvo que esperar su turno porque la pareja Alaba-Militao había ganado el doblete, ahora es él quien tiene el primer número de la cola para ser titular la campaña que viene.