Ronaldo o el legado de un equipo destrozado
El Real Valladolid atraviesa una delicadísima situación. Se hunde irremisiblemente en la clasificación y nadie parece capaz de saber de que forma se puede parar la caída. Lo de Getafe fue más de lo mismo. El desánimo cunde entre los aficionados. Los jugadores van perdiendo día a día la confianza porque no hay nada más negativo para el estado de ánimo que perder y perder y ser último en la clasificación. Con una plantilla muy mal gestada y con los jugadores más caros del equipo desaparecidos en combate, el futuro no es negro, es lo siguiente.
La marcha de Boyomo fue la puntilla a una gestión nefasta que dejó al equipo sin un lateral izquierdo y con una hipoteca de contratos asumidos por la opciones de compra obligatorias que el club firmó en el anterior mercado invernal de fichajes. Se pensó en el presente y en la inmediatez y no se calcularon los riesgos y los compromisos que el club asumía de cara al futuro. Ahora se pagan las consecuencias.
Fue Johan Cruyff quien dijo, sabiamente, que los millones de un club de fútbol tienen que estar en el césped y no en el banco. En Valladolid no están ni en el césped ni en el banco, están en el banquillo o fuera de la convocatoria. Los jugadores más caros de este equipo, los que deberían ser referentes y los que tiraran fundamentalmente del carro, no están en el césped. O están en el banquillo de los suplentes o fuera de la convocatoria. Este pasado viernes, Kenedy, Meseguer, Amath, Machis o Amallah no jugaron ni un solo minuto y Marcos André apareció a cinco minutos del final. Latasa, otro de los más caros según reconoció Domingo Catoira, jugó desde el minuto 66.
Este es el balance de descensos acumulados por varios jugadores del Real Valladolid estando en el Real Valladolid: Con dos descensos, temporadas 20-21 y 22-23 aparecen Javi Sánchez, Luis Pérez y Kike Pérez y con uno Lucas Rosa, Machis, Marcos André, Kenedy, David Torres, Amallah y Anuar. Caso especial es el de Darwin Machis con tres descensos consecutivos en Granada, Valladolid y Cádiz, va camino del cuarto. Se puede concluir sin riesgo a equivoco que en la plantilla del Real Valladolid hay un montón de futbolistas especialistas en descender. Mal asunto.
Por tanto, si tus jugadores más caros no aparecen y juegan los actores secundarios y además el nivel de los futbolistas es el de jugadores que acumulan descensos a sus espaldas, todo apunta al desastre final. Nada atisba un giro radical de los acontecimientos.
Pensar que el cambio de entrenador va a solucionar algo es pretender ser muy optimista. Soy de los que piensa que la confección de la plantilla es tan desastrosa que no hay valiente que vaya a poder salvar la situación. En cualquier caso, también estoy convencido de que peor de como están las cosas ya no va a ser si se busca un cambio de entrenador. Es lo único que, a veces, funciona en fútbol. Desgraciadamente a la plantilla ya no se la puede cambiar.
En definitiva, este es el legado de Ronaldo, un equipo destrozado y colista en la clasificación. Y, por cierto, el problema no es que Ronaldo estuviera jugando el viernes al tenis. Si el equipo funciona y gana partidos, como si se apunta a Roland Garros. El gran problema es que el Valladolid se despeña y el brasileño no parece capaz de evitarlo, esa es la gran cuestión.
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