Roja a Vinicius, remontada y liderato

Las cosas del Madrid: perdía con once pero ganó con diez y poco tiempo por delante. Remontada en el alambre, pues, como le gusta. En la primera parte jugó con desorden, sin presión arriba, sin el brío que sí puso el Valencia, cuya actitud y orden fueron ejemplares. Se agrupaba bien y salía mejor, con bastantes hombres. En la izquierda Rioja ponía en apuros a Lucas Vázquez, pero el gran peligro para el Madrid llegaba por el otro lado, donde Foulquier tenía licencia de Vinicius para irse en busca de la poca oposición de Mendy. Courtois retrasó el gol con varias buenas intervenciones, pero acabó encajando uno.

El gol y la fatiga hicieron más prudente al Valencia y el Madrid se acercó al gol. Falló Bellingham un penalti-penaltito y luego marcó Mbappé en fuera de juego de centímetros. Y llegó la jugada tonta: Vinicius cae en el área, sin falta, Dimitrievski le toca la espalda como para decirle no hagas tonterías y el brasileño le responde con un empujón a mano abierta en la cara. El meta se desplomó, intervino el VAR y Vinicius se fue expulsado, porque según el nuevo testamento tocar la cara a un rival es gravísimo. Ojo a la sanción que le pueda caer. Según Iturralde se arriesga a cuatro partidos. Parece una enormidad, pero hay un precedente próximo.

Para entonces habían entrado Brahim y Camavinga, que le dieron más ambición y brío al Madrid. Brahim robó, pasó a Bellingham y este adelantó a Modric el balón que se convirtió en el 1-1. La presión arriba le rinde al Madrid más goles que a nadie en Europa, insiste Álvaro Benito en las transmisiones de Carrusel, con lo que extraña más aún lo poco y lo mal que la intenta. Sólo si se ve obligado, como ayer. Insistió en ello y así consiguió el 1-2 en una jugada en la que se atocinaron Foulquier y Guillamón. Liderato para el Madrid y siniestro total para el Valencia, clavado en 12 puntos a sólo un partido de la segunda vuelta.