Rodrygo y Araújo, dos futbolistas valientes
El fútbol puede esperar, tal y como ha hecho con el brasileño, porque a la larga es el gran beneficiado cuando un deportista de su nivel regresa. Y el azulgrana, lo hará.
Araújo fue valiente al parar y decir basta. Rodrygo, a su manera, también lo fue. El brasileño supo decir a tiempo a Ancelotti que no se sentía con fuerzas para jugar. Uno y otro han dado sentido a algo tan importante como es la salud de un deportista de élite ante la presión de la competición y la permanente exposición que sufren.
Rodrygo culminó el pasado miércoles una larga travesía, esa que le ha servido para demostrar a todo el mundo que es un deportista capaz de estar en lo más alto, eso que se mide por el rendimiento. En este caso, con los goles y la capacidad para rendir y acercar a su equipo al éxito.
El delantero brasileño se sintió sin la suficiente fuerza en el pasado mes de marzo. Días más tarde se lo confesó a Ancelotti e incluso después se escenificó una lesión en un entrenamiento para tener el espacio y tiempo necesarios para recuperar las ganas o, mejor dicho, la plenitud física.
Rodrygo encontró primero el apoyo del ahora seleccionador brasileño y después el de Xabi Alonso. El abrazo de después de marcar ante el City lo dejó patente. Mientras, el club blanco en todo momento ha dejado que Rodrygo decidiera lo que era mejor para él en cuanto a su futuro deportivo.
El resultado de todo ello es que Rodrygo ha vuelto a lo más alto a nivel competitivo ocho meses después. El gran triunfador de todo en esta travesía ha sido él, en segundo nivel el Real Madrid y, por extensión, el fútbol y el deporte en general. Al final, lo de los partidos sin marcar quedará en una anécdota y en una cifra, porque lo importante es que el ex de Santos ha recuperado su prime y lo ha hecho ante su enemigo favorito, que no es otro que el Manchester City, para disgusto de su más fiel admirador, Pep Guardiola.
Rodrygo lo ha logrado, y ahora es Araújo el que busca el escenario ideal en aquello de recuperar fuerza y confianza. El fútbol puede esperar, tal y como ha hecho con el brasileño, porque a la larga es el gran beneficiado cuando un deportista de su nivel regresa. Y el azulgrana, lo hará.
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