Rodrygo ganó la carrera a Asensio
Al empezar la temporada, Ancelotti tenía un once de gala en el que Fede Valverde completaba por la derecha el tridente de ataque junto a Benzema y Vinicius. Parecía innegociable porque ese era el tridente de la 14 con el que se había ganado la Champions más bella y emocionante jamás contada. De hecho, en la final de París ante el Liverpool la fotografía de la conquista la representaba la galopada del uruguayo por esa banda y dando a Vini la asistencia del We are the Champions. Para el casting de primer suplente de Valverde peleaban Rodrygo y Asensio. El brasileño llegaba con el aval de sus dos goles mágicos al City en las semifinales que abrieron la puerta de la gloria. A favor del mallorquín estaba esa zurda de oro que posee un cañón que le permitía facturar en forma de golazos cada vez que tenía una oportunidad por parte de Carletto.
Al final, la carrera la ganó el brasileño porque desde que entró en el once titular en la noche inolvidable del 0-4 al Barça en el Camp Nou, el equipo ganó en potencial de ataque y en pegada. De hecho, los golazos de Rodry al Atlético y a Osasuna en La Cartuja permitieron levantar la 20ª Copa sin olvidar su doblete en Stamford Bridge. Su actitud ganadora en el Pizjuán también avala la madurez y el crecimiento del chico. Es titularísimo. Asensio es muy bueno, pero Rodrygo le ganó la batalla.