Repaso al City con Mbappé estelar

Visto con perspectiva, que el Madrid haya tenido que pasar el trance de estos dieciseisavos ha sido bueno para su imagen como club, para su afición y para su nuevo jugador franquicia, Mbappé, coronado anoche ante las candilejas europeas con un hat-trick soberbio. Esta eliminatoria entre dos aspirantes ha situado en el centro de la escena las dos exhibiciones del Madrid ante este City de hoy, que no es lo que fue aunque mantenga varios hombres de sus años dominantes en la Premier. La eliminatoria ha servido además para confirmar a Asencio y anunciar a Valverde como un lateral de tronío, por si hiciere falta.

El global ha sido 6-3, pero en los dos partidos la distancia debió ser mayor. El City, aunque al menos consiguiera cantar las diez de última, está deshecho. Ha perdido la fortaleza y la unidad de propósito. Ese lazo invisible entre voluntades que permite a cada cual saber qué puede esperar de los compañeros y viceversa ya no existe. No presiona y defiende mal. El modelo Guardiola implica una presión agotadora que a jugadores atrapados por los años o faltos de hambre ya no les va. Además, ha faltado el referente, Rodri. Y esa impostación de los laterales con centrales es suicida ante extremos como Rodrygo y Vinicius.

Con el Madrid, LaLiga está a punto de meter seis de sus siete representantes en octavos de las competiciones europeas. Sólo ha caído el Girona. Al loro, que no estamos tan mal, como dijo aquel. En lo que respecta a la Champions, el Barça, el Atlético y el Madrid suenan fuerte, me atrevo a meterles en la media docena de equipos con posibilidades reales. Y después de esta eliminatoria el Madrid luce de nuevo como favorito, y no sólo por historia y por su mística en esta competición, sino sobre todo por su póker de ases en el ataque, su portero, que ayer no necesitó, y la capacidad de Ancelotti para recomponer defensas rotas.