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Supongamos que, a la plantilla de un equipo puntero, que además tiene un calendario de competición súper exigente, le quitan de un plumazo a dos centrales y un lateral derecho. ¿Quedaría el equipo muy disminuido? Indudablemente, y por muchas vueltas que le quieras dar al asunto, la respuesta es afirmativa. Con la marcha de Nacho y la prolongada lesión de Alaba, hay gran preocupación por la rodilla del austriaco y no hay plazos para su vuelta, el Madrid se ha quedado con solo dos centrales, que es imposible puedan jugar todos los partidos. La solución circunstancial de Tchouameni no puede arreglarlo todo. Además, con la baja de Carvajal se pierde mucho más que un lateral derecho titular, pues también era un comodín de urgencia para ajustar posiciones atrás durante el desarrollo de los partidos.

En definitiva, no queda otra que ir al mercado en cuanto haya una oportunidad para reforzar la defensa con un central. Y si es polivalente, que pueda actuar de lateral algunos partidos, pues mejor. Se está peinando el mercado para conocer todas las opciones: las caras, las asequibles (baratas para el Madrid no van a encontrar) y tener todo a punto para cuando llegue el momento. Quizá en enero, si el calendario ratifica que con lo que hay no da para competir al máximo nivel, si no, en junio.

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