Referéndum por el escudo del Atlético
Es curioso: en tiempos de Lorenzo Sanz, el Madrid retocó su escudo con finalidad ‘marketiniana’ y no hubo el menor comentario. Aquel cambio apenas produjo impacto visual, pero invadió aspectos significativos: acható la corona, que era la de la Casa Real de España tal cual, y cambió el morado (de Castilla, introducido en la República) por el azul, más suave. A nadie importó. Ahí se seguía viendo el escudo del Madrid. Por el contrario, con vistas al cambio de estadio el Atlético aprovechó para retocar su escudo sin ir más lejos de lo que fue el Madrid (leve cambio de formato y simplificación de colores) y pasan los años y la polémica no cesa.
Finalmente, Miguel Ángel Gil, tras tratarlo con la Comisión Social, creada hace poco para escuchar a los socios, y en una consulta que rechaza en un 44% el nuevo formato, llevará al consejo la propuesta de un referéndum, que sin duda saldrá adelante. A lo largo de su historia el Atlético ha cambiado hasta nueve veces de formato y nunca pasó esto, si bien el penúltimo tenía ya una duración de tres generaciones. Yo no conocí otro. Pero quizá lo interesante no sea el escudo en sí, sino la reacción, reflejo de una masa social joven, rebelde, muy apegada a los símbolos íntimos de su club, desconfiada del poder e incendiaria e incendiable en las redes.
Esto nos dice que por más que un club sea sociedad anónima, el hincha retiene ‘de facto’ una propiedad moral imposible de desdeñar. No se puede sacar adelante este negocio con el estadio medio vacío, o gritando contra el palco, porque afea el producto. El lado malo es que los que han agitado esto son los del fondo ultra. Ojo, no son los únicos descontentos, hay mucho atlético honorable deseoso de volver al escudo que vieron su abuelo y su padre, pero han sido los del Frente los que han resucitado el tema cada vez que la propiedad les ha querido quitar privilegios. Si consiguen la rectificación habrán alcanzado una victoria que les envalentonará.