Real Mbappé C.F.

Un tipo que es capaz de hacer un hat-trick en menos de siete minutos se merece toda la pleitesía que podamos imaginar. Es el clavo ardiendo del proyecto de Xabi Alonso...

El delantero francés del Real Madrid, posa con el balón de sus cuatro goles y el trofeo al mejor jugador del encuentro.
JESUS ALVAREZ ORIHUELA
Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
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El genio de Bondy.- El próximo 20 de diciembre cumplirá 27 años. Una edad ideal para seguir sentando cátedra. No olvidemos que Zidane, otro francés que es leyenda blanca, aterrizó por el Bernabéu con 29. Kylian hizo historia en Atenas, país maldito en el que jamás habíamos logrado la victoria. El famoso infierno griego tiene su base estadística porque aquí la grada aprieta lo suyo y hasta hoy nunca hubo manera de regresar a Barajas con una sonrisa en los labios. Y fue gracias a este parisino ambicioso, orgulloso, insaciable y empeñado en escribir la historia que soñó y que dibujó en las viñetas de su cómic infantil. Mbappé hizo un póquer en Champions fuera de casa, algo que ni siquiera logró mi admirado Cristiano (el portugués sí lo hizo en Chamartín). Los metió de todos los colores, con el gran Vinicius (espectacular el partido del brasileño) como principal aliado de sus travesuras en la tierra del Dios Zeus. Hasta de cabeza le vimos embocar, amargando la noche al ‘88’ del Olympiacos, el portero Tzolakis. Un tipo que es capaz de hacer un hat-trick en menos de siete minutos se merece toda la pleitesía que podamos imaginar. Es el clavo ardiendo del proyecto de Xabi Alonso, que sigue moviéndose entre las tinieblas de la duda pese a ir líder en solitario en Liga y quintos en la zona noble de la Champions. Pero todo es gracias a Mbappé, el killer capaz de sumar más de la mitad de los goles del equipo en lo que va de temporada (22 de 40). Llevar 22 chicharros en el mes de noviembre es descomunal. Si no sufre lesiones, pasará fijo de los 50. Un depredador del gol anda suelto por los campos de Europa. Con nueve, va a amenazar el récord histórico en una edición, que ostenta Cristiano con 17. A Kylian se le está poniendo acento portugués...

Problemas atrás.- Que el 3-4, tan terapéutico como necesario, no nos haga olvidar que en el repliegue defensivo el equipo sigue sufriendo. Es verdad que hoy faltaba la defensa titular casi por completo (Carvajal, Militao y Rüdiger, más Alaba), pero desde que Tchouameni abandonó la medular para incrustarse como central es como si hubiésemos quitado el tapón de la bañera. Barra libre para los helenos y sustos finales innecesarios. Que no se repita...

Ánimo Asencio.- El grancanario supo nada más aterrizar en Atenas que su abuelo materno, Benito, con el que estaba muy unido, había fallecido. El chaval interiorizó su dolor y le dijo a Xabi que iba a dejarse la piel por el equipo. Un canterano comprometido y ejemplar.

Camino de la Octava.- El 15 de septiembre de 1999 visitó el Madrid, entonces entrenado por Toshack, al Olympiakos en su infierno del Georgios Karaiskakis, en la fase de grupos de aquella Champions. Los griegos nos pusieron contra las cuerdas. El 3-2 cerca del final se medio arregló con un gol rauliano, en el área pequeña. Ese 3-3 se dibujó con goles de Savio (¡de cabeza!), Roberto Carlos (de golpe franco directo) y el referido de Raúl. El empate supo a poco y siguió la marejada con Toshack, que fue destituido pocas semanas después. ¿Subieron a Del Bosque al banquillo del primer equipo y saben qué sucedió? El 24 de mayo de 2000 el Real Madrid levantó la Octava en París tras vapulear al Valencia. Morientes, McManaman y Raúl dibujaron una Champions muy querida por el madridismo militante. ¿Y si ahora se repitiese la historia?

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Va por ellos.- Este triunfo va por el admirable personal de la UCI del hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, que hace una labor impagable y que durante dos meses ha rescatado la ilusión y la esperanza de Ana, la ‘presidenta’ de la Peña Madridista Arevalense. Y va por esos 1.300 ‘locos’ que se han dejado los ahorros para animar a sus cascos azules en la tierra de la Acrópolis. ¡Qué mérito tenéis!

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