Queralt mejora con los años
La temporada de nieve 2022-23 ya está lanzada. De hecho, varios españoles compiten en varios frentes este fin de semana, tanto en modalidades clásicas como el esquí alpino y el esquí de fondo, como en disciplinas más emergentes como el snowboard y el freeski. En otros países, como Austria o Noruega, por poner el ejemplo de dos potencias, el arranque del curso en los deportes invernales supone un acontecimiento. En España no lo es tanto, por su menor tradición. Aun así, hay algunos motivos para sentirse orgulloso, que últimamente se centran en dos nombres propios: Queralt Castellet y Lucas Eguibar. Los dos han comparecido este finde en la Copa del Mundo con buenas sensaciones, que hay que elevar a magníficas en el caso de ella.
El vasco ha quedado cuarto en Cervinia, donde una caída le impidió progresar más. Es el mismo puesto que hizo dos semanas antes en su debut en Les Deux Alpes. Para Luki es una buena noticia verse otra vez en las finales, al nivel de los mejores, después de haber encontrado el remedio con un tratamiento de células madre para sus limitaciones de la espalda. Su meta es recuperar el rendimiento que le aupó al título mundial en snowboard cross. Va por buen camino. Queralt, por su parte, no ha podido tener mejor estreno de campaña, con un oro en Copper Mountain. Es su séptima victoria en la Copa del Mundo de halfpipe, y su 18º podio. A sus 33 años, Castellet ha alcanzado un grado de madurez deportiva que le empuja a lo más alto. No es casualidad que su medalla olímpica, la plata de Pekín 2022, haya llegado justo en sus quintos Juegos. La catalana mejora como los buenos vinos. Este curso se ha planteado como desafío los Mundiales de Bakuriani, en Georgia, en febrero. Ya tiene una plata y un bronce en estos campeonatos. El oro es un reto a su alcance para completar la colección. Por allí andará también Eguibar, que ya lo ganó en 2021. Apuesten por ellos.