¡Qué fuerte lo de González Fuertes!

Después del aquelarre arbitral de la víspera en el Bernabeu, similar al que sufrió el Celta en la Copa, el Almería el año pasado, el propio Leganés la campaña anterior, y casi siempre otros muchos equipos que se enfrentaron a la verdad de las cosas, fue un alivió que el Barça no empezase a ganar al Girona de la misma manera, con un penalti tan inexistente como el que permitió a Mbappé adelantar al Madrid en el marcador. O como la falta que les daría la victoria. ¡Qué fuerte lo de González Fuertes! Plazato en grado superlativo, el de toda la vida.

Según fueron pasando los minutos pudo dar la impresión de que ya puestos a regalar victorias al Madrid, que al menos nos caiga la pedrea. Sin Barça TV para editar videos, es más complicado hacer sentir miedo escénico. Pero casi mejor así, sin los problemas de conciencia que reconoció Lunin en la entrevista postpartido. Algún día dejaremos de penar por el Negreirato, ese timo de la estampita por la que se pagó a un exárbitro para que nos birlasen una Liga en casa en la última jornada. Eso si que es puro ADN azulgrana.

Hansi Flick volvió a reivindicarse con una victoria trabajada y clara, sin necesidad de excusas ni ayudas, sin Olmo ni Raphinha, pero con el veterano Jinete Polaco haciendo un doblete limpio para mantener un cuerpo de ventaja sobre su perseguidor. Ya solo es cosa de dos. Y así va a ser hasta la línea de meta.

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