Pues yo siempre seré de Griezmann
Un viejo refrán francés dice que “no se puede estar al horno y al molino”. Significa que no se puede estar en diferentes partes al mismo tiempo o hacer varias cosas simultáneamente. Antoine Griezmann ha vuelto a desmentir esta expresión, al igual que lo hizo durante el Mundial de 2018. Porque el jugador del Atlético ha demostrado ayer que sigue siendo la pieza fundamental de la Francia de Didier Deschamps. Sé que todas las miradas se dirigen ahora hacia Kylian Mbappé, autor de un doblete contra estos valientes y peligrosos daneses, pero en la mente del seleccionador seguro que Grizou ocupa la primera posición. Sin él no podría funcionar tan bien el equipo de los ‘Bleus’. Todo lo que hizo en el campo tuvo sentido y una influencia directa y positiva.
Con una posición más atrasada ejerció de mediocentro recuperador, pero también de animador y constructor del juego. Defendió en posición de lateral derecho y ofreció pases que rozaron lo sublime. Fue el encargado de tirar las faltas y los saques de esquina. Ordenó a sus compañeros y regaló un gol a Mbappé con un centro maravilloso, alcanzando a Zinedine Zidane como segundo mejor asistente de la historia de Francia. Es el futbolista total. El jugador más útil y con más abnegación que tiene la selección de mi país. Yo siempre seré de Griezmann.