Primero, el equipo
Un jugador tiene que intentar demostrar al entrenador que debe ser uno de los titulares...


Un futbolista tiene que creer en sí mismo y puede enfadarse cuando no juega, pero tiene que intentar demostrar al entrenador que debe ser uno de los titulares, esforzándose más en los entrenamientos y aprovechando todas las oportunidades cuando salte al campo a jugar los minutos que sean, sin olvidar que tus compañeros también creen que deben jugar. Este es un principio fundamental para un futbolista, pero hay otro, que es más importante: el equipo siempre está por encima de cualquier jugador, por muy bueno que sea ese futbolista. En el Real Madrid ya ha habido momentos en los que ha quedado muy claro, y ha ocurrido con futbolistas extraordinarios, con algunos de los más grandes. Pasó, nada más y nada menos, con Alfredo Di Stéfano y también con Cristiano Ronaldo. Xabi Alonso lo sabe muy bien y, entendiendo las legítimas ambiciones personales de todos los futbolistas, da prioridad a la ambición colectiva del equipo. Los futbolistas del Madrid cuentan sus éxitos personales por el número de títulos logrados por el equipo, por ejemplo, el número de Champions y de Ligas.
El Real Madrid ha jugado ya seis partidos oficiales, cinco en Liga y uno en la Liga de Campeones, logrando vencer en todos, siendo el líder de la Liga. En la primera jornada de esta edición de la Champions, de los, para mí, ocho mejores equipos: PSG, City, Liverpool, Bayern, Chelsea, Arsenal, Barcelona y Real Madrid, han ganado todos, excepto el Chelsea que jugaba contra otro de los favoritos, el Bayern de Múnich.
Xabi Alonso, viendo las mejorables condiciones defensivas de los delanteros del Madrid, hasta el de anteayer frente al Espanyol no había jugado ningún partido en esta temporada con tres delanteros de inicio. Es posible que, jugando en casa, contra equipos, a priori, menos fuertes, Xabi quiera arriesgar más. Los blancos, jugando con dos delanteros, ganan un centrocampista más, tienen mejor balance defensivo y las líneas más juntas. A Ancelotti le costaba no alinear a tres, quizá por compromisos de agradecimiento con algunos jugadores. Mbappé es, en este momento, el único imprescindible de los de arriba, aunque llegarán partidos en los que también el francés tendrá que rotar. El Madrid, en un partido sin brillo, pero cómodo, sin sufrir, sumó tres puntos, con la vuelta de Bellingham y Camavinga como la mejor noticia.
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