Primer eurotítulo de club de Mbappé

Llenazo en Varsovia con gran mayoría de camisetas blancas. El Madrid gestionó 4.500 entradas por 6.000 del Atalanta, pero el público polaco, o el arrimado desde zonas limítrofes, completó el campo hasta un llenazo pleno, mostrando apoyo masivo al Madrid, cuya condición universal es indiscutible. El partido servía para presentar a Mbappé, que nada más llegar ya sabe lo que es ganar un título continental de club. Digamos que hizo un partido discreto tirando a flojo en la primera parte y bueno en la segunda, como todo el Madrid. Marcó un gol y se asoció bien con Vinicius. No se prevén celos.

El Atalanta supo entorpecer bastante el juego madridista en la primera mitad, en la que se echó en falta la salida limpia de Kroos, e incluso impuso su ritmo según pasaba el tiempo. El Madrid, con la línea de ataque Rodrygo-Mbappé-Vinicius muy fija en sus posiciones, no conseguía romper, y Bellingham parecía falto de punto. Sólo Valverde, con su constante ir y venir, jugaba en sus máximos. Pero todo cambiaría al regreso de la segunda mitad, cuando Mbappé empezó ocupando la izquierda y soltó tres buenas jugadas desde esa zona… pronto recuperada por Vinicius para fabricar la jugada del 1-0.

A partir de ahí, fue coser y cantar. Los tres de arriba más Bellingham (que se acabó llevando el premio al jugador del partido, yo hubiera preferido a Vinicius) lo bordaron. Crearon ocasiones, destaparon a Musso como un gran portero y se puede decir que el 2-0 final se les quedó corto. Lo marcó Mbappé, con dos buenas maniobras de desmarque tras robo de Rodrygo, galopada de Vinicius y pase de Bellingham. “Nosotros correremos para que los de arriba puedan disfrutar”, declaró Valverde con sencillez al final del partido. Todo habla de buena atmósfera bajo la mano firme y sabia de Ancelotti.