Pocagar y el gravel prometen diversión

La etapa de este sábado fue un tanto anodina. Destacó la escapada de un corredor de montaña como Jonas Abrahamsen, aunque estaba claro que le iban a coger. Se trata del segundo triunfo en este Tour para el eritreo Biniam Girmay, a quien le favoreció algo más al picar hacia arriba. El segundo puesto fue para Jasper Philipsen, que rozó la primera posición. Al corredor belga se le está resistiendo la victoria. Ya son tres veces las que ha pasado segundo por meta. Antes de empezar el Tour, todos habríamos apostado que iba a ser el dominador, pero Grimay se está imponiendo de momento. Sin embargo, creo que Philipsen logrará el triunfo. Aunque es cierto que, cuando se te cruza una cosa, tardas más en conseguirla. El español Alex Aranburu finalizó noveno, se ha adaptado bien a la etapa, pero estando Grimay y Philipsen, le tiene que tocar la lotería.

Hoy nadie quería escaparse, pero la etapa de este domingo será diferente. Todo el mundo querrá coger la fuga y será más divertido. Será una bonita etapa para el espectador, en la que se introducirá la novedad del gravel, 32 km de caminos de tierra y piedras divididos en 14 sectores. Será una etapa complicada, en la que los favoritos se tendrán que rodear de su equipo. Pogacar a lo mejor se desenvuelve bien, pero otros como Vingegaard necesitarán apoyo. No obstante, no creo que haya diferencias entre los favoritos. Otros corredores como Van Aert también se pueden adaptar bien al recorrido, en el que sobre todo habrá más movimiento cerca de meta.

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