Palabra del gran capitán

Sergio Scariolo anunció la lista de 12 jugadores con un pie prácticamente en el avión que viajaba a Georgia, donde España debuta el jueves en un Eurobasket donde por primera vez en mucho tiempo no parte entre las favoritas al podio. Los descartes de Juan Núñez y Fran Guerra han sido más o menos los esperados, después de los quiebros de última hora con la repesca de Alberto Díaz para suplir la sensible baja de Sergio Llull. Una pena la ausencia del segundo capitán, decisivo dentro y fuera de la cancha. Y también que Núñez esté todavía demasiado verde para aprovechar la oportunidad. El caso de Llull es la definición perfecta de las desventuras que ha tenido que superar este equipo antes de plantarse en la casilla de salida. Si hace un año hubiéramos hecho el ejercicio de diseñar una plantilla para el campeonato continental, los nombres hubieran distado mucho de la Selección definitiva. Ya se sabía que los hermanos Gasol y el Chacho Rodríguez habían exhibido sus últimos minutos en los Juegos Olímpicos de Tokio. La transición había que hacerla, sí o sí. Ese no ha sido problema.

El calvario comenzó con la grave lesión de Ricky Rubio, la estrella indiscutible del grupo, el MVP del último Mundial. Y continuó con otras ausencias notables de jugadores que difícilmente se habrían quedado fuera de la relación final: Abrines, Abalde, Claver, Alocén, Aldama, Vives… Si fueran pocos, Llull puso la puntilla. En las puertas del Eurobasket, quizá queda feo hablar más de ausentes que de presentes. Pero no está de más recordarlo. Simplemente por situar que el equipo que competirá en este torneo no es el de la Edad de Oro, eso lo sabíamos hace tiempo, pero tampoco el que tenía asignado el rol de la sucesión. Será, en cualquier caso, España. Y eso asegura siempre algo. Como dice Rudy Fernández: “La Selección dará la cara”. Palabra del gran capitán.