No seas idiota, sé Lineker
“Política” es según los griegos ocuparse de los relativo a la polis, a la ciudad. También llamaban “idiotas” a los que sólo se ocupaban de los asuntos privados y despreciaban lo público. Por tanto, todo es político. Todo. Incluso si decides no hablar de política de forma explícita como aparentan hacer muchos dirigentes también es político. Es más, los presupuestos de un club, a menudo, dependen de acuerdos políticos.
Se insiste de forma desesperada en separar el fútbol de la política. Sin embargo, en todas las retransmisiones de los partidos vemos una bandera de Ucrania. Y eso es un acto político. Si se tratase de una cuestión exclusivamente humanitaria, digamos casi prepolítica, que es solidarizarse con un país atacado, se hubieran puesto unas cuantas banderas a lo largo de estas décadas. Criticar que la Supercopa se juegue en Arabia Saudí es política, claro, pero también lo es celebrarlo ahí.
Gary Lineker, máximo goleador de México 86, el jugador que jamás recibió una tarjeta amarilla, presenta el legendario Match of the day para la BBC desde 1999. En un tweet a título personal, comparó el lenguaje del nuevo proyecto de ley de inmigración británico con el que se usaba en la Alemania de los años 30. Y realmente es muy similar. El gobierno presentó sus quejas a la BBC y este fin de semana le apartaron del programa. Sus compañeros, en solidaridad con él, tampoco comparecieron. La BBC argumenta que se trataba de mantener la “imparcialidad”, aunque su presidente, Richard Sharp, ha donado más de 400.000 libras a los Torys, lo que no parece muy neutral.
Ayer, readmitieron a Lineker y seguro que lo celebró como un gol. La política afecta a todo lo que hacemos y el fútbol no es una excepción. Con una ley como la que criticó Lineker, el gran Nico Williams jamás hubiera jugado en la Selección española. Con más educación política, la justicia y el arbitraje español no estarían bajo la sospecha de que roban al humilde y favorecen al rico y al corrupto. No seas idiota, sé Lineker.