No se metan con Luis Enrique
Ni Rodri, ni Eric Garcia, ni Asensio, ni Morata, ni nadie. España es una y esa es su fuerza. El rimbombante estreno mundialista ante Costa Rica ratificó esta idea de la mejor manera posible. Sobre un plan asentado exclusivamente en el colectivo, adorando el concepto de equipo, España goleó a la selección centroamericana y también a los prejuicios que podía haber sobre ella. Se debate todavía sobre la lista, se discute la conveniencia de las elecciones en el once de Luis Enrique, pero parece olvidarse la capacidad futbolística de una Selección que desprende una gran complicidad con su entrenador y reitera un mensaje futbolístico importante. Está para lo que quiera. Costa Rica fue un títere en sus manos, sometida al dominio posicional y a la velocidad en la circulación que exhibió España. Desde las conducciones de los centrales al dinamismo de Asensio arriba, con Ferran y Olmo sujetando a los laterales para explayar las intervenciones de Gavi y Pedri por dentro, existió una sintonía general que descuartizó a los de Suárez.
Para que España jugara tan bien, necesitaba que Busquets y Pedri lo hicieran. Son los símbolos de este equipo. Ambos mediaron en el juego para desconectar la pobre aplicación defensiva de Costa Rica. Busquets se atribuyó la gestión de los primeros pases y dio con Pedri entre líneas en el último tercio gracias a que todos los jugadores lanzaron desmarques de arrastre. Nadie esperó el balón al pie, nadie dejó de moverse. Pero si Pedri tenía que bajar a la base, también lo hacía. Desde esa óptica, con todas las piezas a pleno rendimiento, España se armó de ingenio, agresividad y llegada al área. Incluso los cambios dieron buena factura de la profundidad de la plantilla y las variantes que tiene a su disposición Luis Enrique. El meritorio desempeño colectivo, aunque el rival en general y Keylor en particular ayudaran lo suyo como es obvio, es la clave por la que pasa cualquier opción de éxito en Qatar. A veces cuestionado por sus formas, otras criticado en exceso por sus decisiones, Luis Enrique se debe ganar el voto de confianza de todos. Por lo hecho, por lo que ha construido y por lo que ojalá pueda suceder.
Busquets y Pedri
La movilidad colectiva facilitó las apariciones liberadas de Pedri entre líneas. Busquets siempre halló la forma de encontrar al canario y darle un espacio propicio para sus intervenciones.