Nagelsmann sí tiene lo que pedía Flick

Arranca una Bundesliga que por primera vez en su historia no tendrá en las filas de sus equipos a alguno de los jugadores que consiguieron el entorchado de máximo goleador del campeonato. Duele en Alemania la pérdida de Lewandowski, artillero de las cinco últimas ediciones, y de su némesis Haaland. El noruego se pasó demasiado tiempo en la enfermería la pasada temporada y el Bayern ganó con el piloto automático, mientras se gestó una crisis que abrió el Villarreal con su cornada y que explotó con el affaire del polaco. Salihamidzic, antaño cuestionado por no darle a Flick los medios que exigía, sí se ha empeñado en garantizarle a Nagelsmann un empujón de casi 140 millones en fichajes para mantener la hegemonía.

La liga alemana buscará nuevos caciques para destronar a un Bayern que vive también demasiado de la desdicha rival. Los achaques de Haaland se llevaron por delante el proyecto Rose en Dortmund. Ahora vuelve a su banquillo el siempre competente y cercano Terzic que se ha encontrado con Adeyemi, pero que ya ha perdido a Haller. Qué fatalidad. El guante debe recogerlo el Leipzig de Olmo, Nkunku y Szoboszlai. La temporada pasada el equipo se despeñó y casi le cuesta la Champions. Pero Red Bull ha retenido al trío maravilla para una última carga juntos, antes de que el francés, el español, el húngaro o todos pasen por caja. Pero la Bundesliga no se ocupa solamente de mitigar el efecto del tedio de la racha del Bayern. Siempre en vanguardia planificadora, viene discutiendo sobre asuntos que van a afectar como la sostenibilidad, la crisis energética o el cambio climático. No todo es Lewandowski...